Para un nuevo comienzo:
He soplado con mis propios pulmones, inflando una nube con mi propia figura,
flotando en el aire con mi propia armonía. Todo tan pacientemente calculado, con
pasión y vocación, con entusiasmo y energía en el deseo de que usted me estalle.
He viajado algunas millas, trazando un plan con mis propias piernas, un recuento de
motivos con mis propias mejillas y con mis tristes ojos una ruta de escape. Paso a
paso, lagrima a lagrima, suspiro a suspiro con el anhelo de que usted me encuentre.
He soñado en un sólo pestañeo, que sus labios se dejaron embriagar y sus dedos
nadaron en el pozo salado, espacio intimo de una mirada. Beso a beso, risa a risa en
mutua complicidad.
He cortado la tela de nuestro refugio, con mis propias uñas, aunque dejara
sangrando mis dedos sucios y mi amarga boca, torcida de tanto pensar. Hilo a hilo,
gota a gota, para sufrir la terrible satisfacción de que usted venga a probar mis
miedos.
He invertido horas de mi vida, ahogándome en un deseo. Que aunque no este yo
para decirlo ni usted para escucharlo; lleva su nombre, tan simple y corriente. Minuto
a minuto, día a día, mes a mes. Sin pregunta. Sin esperanza. Sólo por mantenerme
aferrada a esa nostalgia de dibujar en sus ojos mi respuesta.
Tantos engaños en tan pocas mentiras.
Tanto desvelo en aprendizaje absurdo, para que venga usted a decirme que no
puedo tocarle el alma.
Para que venga a decirme que ya no puede leerme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario