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sábado, 27 de septiembre de 2014

El lobo Feroz


Primera parte: Reconociéndonos

Había una vez en un lejano lugar, una pequeña niña a la que todos llamaban Caperucita Roja...

Los cuentos comienzan todos igual con un hermoso "había una vez", y bueno Caperucita, este en particular es tan conocido por todo el mundo, sin embargo la historia real es desconocida, yo aquí, un poco cansado de que la cuenten mal, se las voy a relatar de la manera en que sucedieron los hechos, pero prepárense, puede que jamás vean los cuentos de la misma manera.

Había una vez  un oscuro lugar llamado HappyFinal, este estaba gobernado por una tribu de brujas tan feroces y sin corazón que tenían atemorizados a todos en el pueblo, llegaron un día cualquiera sin avisar y ya tenían décadas viviendo allí.

Mi vis-abuelo Christopher Green, un anciano sabio y respetado por todos, había intentado por años deshacerse de las brujas, pero era cada vez más difícil, las personas desaparecían con frecuencia, en ocasiones encontraban cadáveres calcinados o en posiciones imposibles, la ofensiva disminuía, pero seguían resistiendo.

Lo peor paso un día en que mi vis-abuela salió como siempre al bosque a buscar unas setas, ella las vendía en el mercado y así apoyaba económicamente a la familia...pero nunca regreso. La buscaron por semanas, ya se estaban dándose por vencidos, hasta que la encontraron desnuda, atada de pies y manos a dos árboles gemelos, con una cortada en la cara y los ojos desorbitados como platos, marcas de golpes en todo su cuerpo y unos dedos menos pálidas manos.

Mi vis-abuelo desorientado por la ira y el dolor congrego a todo el pueblo y utilizando su sabia lengua los convenció por fin de que matar a las brujas era lo único que podían hacer y así caminaron hasta la cueva de las brujas.

Solo existen tres formas de matar a una bruja:

  1. Con fuego, este fue utilizado por los herreros y alquimistas del pueblo, como pólvora, con un poder hasta entonces incomparable.
  2. Cortando sus cabezas, todos se armaron con hachas, cuchillos y cualquier cosa filosa utilizable.
  3. Ser devoradas por algún animal peligroso, En este último punto mi vis-abuelo ayudo mucho, ya que había amaestrado lobos para atacar a su orden, estos destruyeron a la mayoría de las brujas.
Muchas personas murieron ese día, las brujas estaban casi eliminadas, excepto por una Casia Taylor, ella era la líder, intentaron usando todas las técnicas pero nadie lo logro, ella escapó no sin antes sentenciar a Christopher:

-Si te gustan tanto esos animales, te haré pagar de esta manera: "cada luna llena, tu sangre se calentara, tu mirada cambiar´y la sangre desearás, tu y tus hijos sufrirán", este maldición te perseguirá hasta mi muerte, y eso jamás pasará- dijo ella arrojándose al vacío, desapareciendo para siempre, o bueno eso pensaban en ese entonces.

Pero mi abuelo descubrió que esta historia jamás terminaría el primer día en que le rugió a la luna.También descubrió que era hereditario, porque mi padre también amaneció en el bosque cubierto de sangre u día después de luna llena y claro mi padre me paso la maldición a mí.

Eso me recuerda que no me presenté, soy Peter Green, tengo 17 años, vivo en HappyFinal y yo soy EL LOBO FEROZ...

Durante toda mi vida me he alejado de las personas,porque al cumplir 18 años mi destino se desatará, así que mis padres viven en las afueras de la cuidad en el bosque, y yo siempre estoy solo, o jugando con los lobos, hasta que un hermoso día de verano escuché ruidos lejanos de alguien, una chica, gritos o más bien gemidos.

Ella era hermosa una chica con el cabellos como el fuego y unos hermosos ojos verdes profundos y él un típico patán con problemas de hormonas de esos que las mujeres no saben identificar, pero que son tan evidentes para nosotros los hombres.

Me centre en ella más que en lo que estaban haciendo, era la cosa más hermosa que había visto, tenía un cuerpo magnifico, torneado y sensual, se notaba que hacía ejercicio muy seguido, y buenos ellos estaban besándose.

Se que es estúpido, pero me entristeció el hecho de que estuviesen juntos, de que fueran a tener relaciones en el bosque, en mi bosque, yo realmente no quería que pasará, por  eso llamé a mis lobos y les dije que aullarán fuerte, para asustarlos.

Cuando ese majestuoso sonido llego a ellos él se veía más asustado que ella, ella parecía asombrada y curiosa, él solo se levanto del suelo y le informó que se iban, ella se opuso, quería que su primera vez fuese en el bosque, él solo dio un resoplido y dijo que jamás arriesgaría su vida por ella o cualquier otra, y dando un golpe  al puerta de su auto se fue, solo.

La chica se quedo mirando incrédula la huida de su cobarde novio, luego se arrodillo y lloró. No había visto a una mujer llorar antes,(se que suena ridículo,  pero es la verdad), mi madre vivía plácidamente junto a mi padre, ella sabía lo que pasaba en las noches de luna llena, ya se había acostumbrado a vivir con ese riesgo y no había llorado por eso, por lo menos yo no la había visto llorar.

Si se lo preguntan, si , solo mis padres y yo vivíamos en ese bosque, era lejano y seguro, era imposible pensar en que alguien se diese cuenta de nuestro secreto.

Ahora esa chica estaba allí frente a mi y solo tenía dos opciones, acercarme y ayudarla o irme y dejarla caminar sola por el bosque, obviamente elegí la primera, hice ruido, el suficiente para avisarle que iba de camino y así no asustarla, mi instinto me decía que confiaría más en mí de esta forma, las personas sigilosas siempre son sospechosas,(o eso me dijeron).

Ella me vio desde la distancia, se limpio las lagrimas y se incorporó de inmediato,(cualquier cosa le podía pasar a una dulce joven en este salvaje bosque), sus ojos me miraron con curiosidad y antes de acercarme demasiado me pregunto:

-Quien eres?, que haces aquí?
-Vivo cerca, oí un ruido y vine a ver-dije encogiéndome de hombros
-No te acerques, estoy armada-dijo ella con el ceño fruncido y una pequeña navaja en sus manos.
-Oh, ya veo, eres muy peligrosa!-dije con sarcasmo
-Lo puedo llegar a ser-ataco ella sin pensarlo
-Tranquila, no eres mi tipo, no quiero acercarme a ti, solo pensé que estaría perdida.
-Y tu eres el galante caballero en rescate de su princesa-dijo escupiendo palabras con asco
-Yo tengo de caballero lo que tu de princesa- realmente me estaba desesperando, así que mis palabras sonaban duras y amargas.

Dí media vuelta y empecé a caminar con rapidez.

-Espera-gritó ella- por favor ayúdame
-Que dijiste-mencione sonriendo un poco, mi típica sonrisa de "yo gané"

Ella bajo la mirada, se sonrojo y me dijo:

-Por favor ayúdame.
-Ok-dije- mi padre tiene un auto, si quieres vamos a mi casa y...
-NO-gritó ella horrorizada-sé muy bien como terminan esas películas de hombres de la montaña.
-Sabes que no se llama hombres dela montaña,sino "camino equivocado"-dije mirándola con curiosidad.
-Lo que sea -dijo ella-solo indícame cual es el camino más corto para llegar a villa Smith.
-Lo siento dar direcciones no es mi fuerte, pero te puedo acompañar.-dije queriendo pasar más tiempo con ella
-Esta bien, pero si intentas algo te mataré y te enterraré en el bosque-dijo ella seriamente.
-Te gustan las películas de terror?- dije sin poder esconder mi risa.
-Si, son mis favoritas-dijo ella, frunciendo el ceño nuevamente.
-Me lo temía-admití.

Luego de eso caminamos por un tiempo, hasta llegar a una intersección, hay dos caminos para llegar a villa Smith, el camino corto y el camino largo, pero como realmente estaba disfrutando de su compañía y ella había empezado a bajar la guardia conmigo, no pude evitar engañarla y llevarla por el camino más largo.

-Como te llamas-preguntó
-Peter Green-dije.
-Es extraño, no te he visto en la escuela-susurró
-Eso es porque estudio en mi casa-dije con normalidad
-Eso es increíble- mencionó ella entusiasmada, me gustaría estar siempre en el bosque
-Puedes venir cuando lo desees-convení-pero no me has dicho tu nombre
-Ahhh, me llamó Margaret Jones, tengo 17 años, este es mi último año de preparatoria y tengo un ex- novio idiota.
-Ok, Margaret,  entonces como debo llamarte, Maggie, Margaret, Margi.
-Ninguno de los anteriores, llámame´como quieras-dijo con indiferencia-pero ninguno de los anteriores
-Como te llaman tus amigos-pregunté- queriendo saber más de aquella encantadora mujer.
-No tengo muchos amigos, pero los que tengo últimamente y por culpa de esta caperuza que me hizo mi abuelita, me llaman CAPERUCITA ROJA.

Ella sonrió y yo miré a otro lado, temiendo volverme adicto a esa mujer, aunque sabía que ese no era el final de la historia, sabía que volvería a ver su linda caperucita roja.
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