Diario de un escritor

12/09/14

Hoy comenzó mi día como tantos otros, con un sueño pesado que se negaba a marcharse, unos cuantos estiramientos torpes y un vaso de agua.

No me gusta desayunar en mi casa, pienso que para un escritor no hay momentos mas inspiradores que las mañanas, la luz del sol, las miradas de personas desconocidas, nuevas, refrescantes, hay menos posibilidades que alguien te mire mal o te insulte en las mañanas, me gusta ver a las personas a los ojos, pienso que creo un lazo intimo con ellos, como si pudiese saber su historia, tomar sus secretos y hacerlos míos, muchas veces me sorprendo escribiendo sobre algún desconocido-conocido que acabo de toparme en la esquina, una madre llevando a su hijo a la escuela, unos febriles y atléticos deportistas(algo pasados de peso) o un dueño algo dormido paseando a su perro.

Cuando escribo me siento importante, porque se que aunque mis palabras no llegaran a todas las personas, y aunque mi publico tal ves no sea muy grande, no importa, las personas de hoy o mañana que quieran conocer algo sobre mi solo tendrán que quitarle el polvo a mis escritos e intentar desenredar mis pensamientos, por eso me levanto temprano cada mañana, con sol y lluvia,( las personas que dicen que mi inspiración decae en los días lluviosos,¡se equivocan!, si vamos a hablar podemos hacerlo hasta de una gota de rocío).Voy a este pequeño café, donde varias personas hacen fila, me dirijo hacia una mesa lejana, saco mi computadora, y decido(mientras traen mi orden) sobre lo que voy a escribir.

Hoy particularmente no tengo ningún tema en mente, parece que sufro un horrible bloqueo, es como una gripe para los escritores, te corta y te agota.Veo a las personas a mi alrededor, tantas vidas, tantos secretos, mentiras, amores, sonrisas fingidas o terribles secretos, dirijo mi atención a la chica que reparte el café e imagino que clase de vida llevara, tal ves tenga tres hijos tan hiperactivos que no la dejan dormir,(por las ojeras en sus ojos), o tal ves un amante apasionado, que la obliga a hacer el amor en mil posiciones diferentes, me río ante esta idea, la pobre chica no parece para nada una ninfomana, por lo que sospecho que tenia razón con la primera opción.

Bueno que puedo decir, hoy perdí mi valiosa mañana, divagando, horas interminables entre una palabra y otra, con el olor del café mareante en el aire y la misma camarera ahora con una peor cara. Me rindo y me voy a mi casa, hoy no escribiré, la inspiración, esa viciosa y caprichosa compañera me ha abandonado, me rindo dije, ¡acaso tiene algo de malo rendirse!, no, claro que no, pero las personas estamos acostumbradas a que rendirse es de perdedores, pues les digo que la perseverancia idiota si que lo es.

De camino a mi tranquila casa, el agua me encontró, un profuso aguacero, juego  un rato sobre la lluvia, amo la lluvia, es mágica, saben cuantos factores precisos deben ocurrir para que llueva, es imposible que la lluvia ocurra y sin embargo ocurre, todo funcionando perfectamente.Cuando termina y casi llego a mi casa, la inspiración me toca como una ola, veo a la obesa mujer que vende lotería y a una hermosa gota de agua correr por su rostro y ahí mismo y sin mas saco mi computadora y escribo: "La gorda que esconde el llanto en una gota de rocío"
Pero bueno esa es otra historia