Entradas Más visitadas esta semana
-
Si en verdad somos la única especie inteligente del Universo, eso sería muy triste, ya que ¿Qué es lo que sabemos los seres humanos realment...
-
Capitulo 1: El destino empieza cuando el reloj marca las doce Había una vez una hermosa mujer coreana cuya belleza eclipsaba incluso a la...
-
Si pudiese volver atrás, ¿cómo me explicaría esta enfermedad sin que suene a ciencia ficción?. Existirá una enfermedad que surgirá a final...
viernes, 10 de enero de 2014
La Muerte del Destino, Capítulo 2
Capítulo 2:
Las Sombras
En el auto de camino a casa, Ann nos contó que a ella también la habían acosado las chicas que vi en la fiesta, Kim menciono que parecían sombras apareciendo y desapareciendo a su antojo y donde sea, pero había algo aterrador acerca de ellas no parecían ser como cualquier otra persona, las tres lo pensábamos pero ninguna lo dijo en vos alta, por mi parte intente calmar a Ann racionalizando un poco la situación
-Tal ves les gustas.... no lo crees o vos Kim-dije un poco en broma un poco enserio
-Jaja muy graciosa, esas chicas no nos miraban precisamente como si les gustáramos-dijo Ann en tono seco
-Más bien parecía como si quisieran algo de nosotras tres-agrego Kim pensando seriamente en el tema
Las tres guardamos silencio siguiendo nuestras propias lineas de pensamiento, mirándonos ocasionalmente sin entender la verdadera intención de las sombras como decidí llamarlas desde entonces, pero mi pensamiento se desvió al muchacho que había besado abruptamente en el baile, el cual vi justo antes del brindis y luego discretamente intente buscarlo sin resultado alguno, sabia que la universidad contaba con miles de estudiantes con diferentes horarios de mañana, tarde o noche, en cientos de carreras, era poco probable que lo volviera a ver, aunque no se porque quería hacerlo, había hecho algo tan loco, pero realmente deseaba verlo otra ves, su mirada y su sonrisa torcida realmente me impacto mucho, no le había contado a Ann sobre él porque me dio un poco de pena relatar en vos alta la medida desesperada que utilice para escaparme de las sombras.
-Rose ese auto viene siguiéndonos desde el parqueo de la universidad-dijo Kim en tono de alarma
-no lo había notado, da la vuelta a la derecha y toma la interestatal-repondí de inmediato, pero el auto hizo un giro a la derecha entonces lo supimos definitivamente nos estaban siguiendo, acelerando lo máximo que pudo Kim le dio a la carcacha que consideraba su mejor amigo un trabajo tal ves excesivo, pero en ese momento lo único que importaba era escapar de las sombras, si, estábamos seguras que eran ellas, quién más nos seguiría con tanta pasión acelerando hasta igualar nuestra velocidad, y superarnos,y desaparecer ante nosotras?
No lo podía entender esas chicas pasaron junto a nosotras y no intentaron hacer nada, por un momento pensé que nos secuestrarían o nos matarían, Kim paro el auto y lo medio estaciono a un lado de la carretera, aspirando lo que me pareció una gran cantidad de aire, hasta ese momento no note que había dejado de respirar también, respiramos lentamente por un buen rato hasta que Ann rompió el silencio
-Que es lo que pretenden siguiéndonos así, acaso quieren volvernos locas, no se ustedes pero sentí como si me estuvieran estrangulando, temí morir en esta carretera con todos los autos pasando cerca sin mirarnos realmente, que haremos?, vamos a la policía?
-y decirles que unas chicas que no conocemos nos están siguiendo, que prácticamente jugaron a las carreritas con nosotras y que solo son dos personas de una edad similar a la nuestra pero nos dan miedo por algo más siniestro, es solo una sensación de que son realmente peligrosas, por favor Ann
-Rose tiene razón es imposible que nos tomen enserio pensaran que estamos drogadas si vamos hasta la estación con una historia así- dijo que Kim riendo sin gracia alguna en su vos
-pero entonces que vamos a hacer?-dijo Ann temblando, lo que yo sospechaba no era de frió, aunque el clima estaba bastante fresco
-vayámonos de aquí-dije- es mejor pensar en esto en la seguridad de nuestro apartamento-aunque sospechaba que ya no era lo bastante seguro
-si- dijeron ellas al unisono vamos
subimos al auto este camino por un par de cuadras hasta un lugar oscuro, en donde la farola de la calle parecía estar rota, lo cual dejaba sin iluminación toda la calle hasta la siguiente cuadra. El automóvil de Kim estaba muerto, tenia gasolina, agua,y bueno todo lo que se necesita para andar, a simple vista todo parecía estar bien, pero no arrancó, ni en el intento número 10, ni en 20, nuestro apartamento quedaba a dos cuadras de ahí, así que decidimos caminar, Kim se quedo en nuestro apartamento por unos días porque el suyo lo estaban remodelando, ella era una chica con bastantes recursos monetarios y a diferencia de mi ella no temía gastar todo el dinero que se le diera la gana en sus incontables caprichos, muchas veces e dije que porque si gastaba hasta 10.000 dolares en un bolso no se compraba un auto nuevo, ella decía que simplemente ese auto fue el primer y último regalo de su padre antes de morir y que se sentiría mal de tirarlo, como si se deshiciera de su padre, en este momento creo que deseo ese carro nuevo tanto como Ann y Yo.
Caminamos unos cuantos metros cuando oímos un sonido a nuestra espalda, eran pisadas, yo pare un segundo y mire alrededor y nada, no había nadie ahí, seguimos caminando y el sonido empezó a hacerse más audible, las pisadas sonaban con fuerza contra el pavimento, empezamos a caminar más rápido, sin hacer ruido, sin hablar ni tan siquiera mirarnos, esa estúpida fantasía que tenemos los seres humanos de que si estamos quietos tal ves el mundo se detenga y las personas a nuestro alrededor pasen sin mirarnos, sin notar nuestra presencia, como si eso tuviera sentido en esta situación en donde las sombras nos estaban siguiendo.Algo corto mis pensamientos un ruido grave y profundo, una risa, y ahí estaban no atrás como lo había pensado, estaban a unos cuantos pasos delante de nosotras, pero era imposible o no?, yo estoy segura que en ese lugar no estaba nadie, pero no eran las sombras, no ellas, no esas chicas aterradoras, pero la perspectiva no era mejor,cuatro hombres grandes musculosos, con oscuros y profundos ojos negros nos estaban esperando, paramos retrocediendo unos pasos, pero ellos fueron más rápidos y se acercaron a nosotras, hablando en un extraño idioma que no logre identificar sacaron de una bolsa grande algo brillante, metálico...oh Dios no... era un cuchillo, una daga para ser más preciso, pude oír a Ann tener una reacción similar a la mía expirando todo el aire de los pulmones con un pequeño grito ahogado parecido a un susurro, Kim sin embargo no hizo el menor ruido, avalanzandose sobre mi el tipo más grande de todos que parecía ser el jefe me apunto con la daga, pero entonces algo extraño paso, e tiempo que creía imposible de parar pareció desacelerarse y entonces recordé, como defenderme, me moví más rápido de lo que jamás había sido capaz y le quite la daga hundiéndola en la garganta de el tipo que estaba a la par de este, él sorprendido intento tomarla pero yo no me moví otra ves pateando directamente su rostro, con e rabillo del ojo mire al tipo en el suelo morir, mientras Ann y Kim parecían haber tenido una reacción similar a la mía porque estaban peleando, Ann esquivaba un golpe mientras Kim golpeaba al otro sujeto con un gancho derecho que no me hubiese atrevido nunca a soñar ver de una chica que no había hecho ningún trabajo manual en su vida, algo golpeo mi mano y la daga voló lejos, cayendo en los pies de Ann, mientras me defendía con todo lo que tenía la vi hacer un movimiento rápido tomándola y clavando la en el cuerpo del sujeto, vi sus ojos en shock.
Empujando fuertemente hacia adelante quite al tipo de encima mio, el cual rodó y se golpeo contra la alcantarilla, rompiéndose la cabeza, note en ese momento que el tipo que maté no estaba en el suelo, había desaparecido... al igual que el tipo que Ann apuñalo, vi a Kim hacer un gran giro y romperle el cuello al otro hombre y lo vi, esta ve lo vi desapareció frente a mis ojos como polvo, como sombras, como si jamás hubiese estado ahí, me volví apresuradamente prestandole atención a mi enemigo, él único que quedaba, lo vi levantarse y vi como su cabeza rodaba por la calle, detrás de él estaban las sombras, sonrieron lo cual solo hizo que su rostro luciera más oscuro y aterrador, nos desplomamos viéndolas, sabíamos que no teníamos energía suficiente para pelear así que si querían matarnos era imposible que nos pudiésemos defender.
Por fin te encontramos-dijeron todavía con la sonrisa en los labios-ZULEMNA- te hemos buscado por mucho tiempo, enviamos a nuestros pequeños amigos para ver sus reacciones
Que?,¿ellos eran sus amigos?, y quién diantres es zulema?-dije en tono de asco y miedo, con sabor a bilis en la boca, sabía que tenía que aguantar el impulso de vomitar
-ZULEMNA-eres tu, ese es tu antiguo nombre, de hace miles de años, cerca de cuatro mil-dijo la otra con vos profunda-
-No se quienes son y no me interesa lo único que se es que ustedes enviaron a esos asesinos por nosotras, déjenos en paz, váyanse-dijo Kim con lagrimas en los ojos
-Asesinos?-rieron a la ves-acaso no fueron ustedes las que los mataron, todavía no recuerdan quienes son, o mejor dicho lo que son?
Me puse de pie y camine hacia ellas, si quieren algo de mi adelante, pero dejen ir a mis amigas-dije con el corazón latiendo a mil-
-No-ellas son parte de todo, ustedes tres son muy importantes, lo que paso hoy no lo olviden, mantengan lo presente y piensen, intenten recordar porque lo que hicieron esta noche se sintió tan familiar-AZALAN-dijeron a la ves haciendo un pequeño gesto, desapareciendo en el aire como si nunca hubiesen existido.
Nos quedamos alli, sentadas, yo respiraba, Kim lloraba, Ann vomitaba, ella estaba cubierta de sangre, lo cual era la única prueba de que en realidad paso, que no fue un sueño macabro, en realidad matamos y lo peor de todo era que las sombras tenían razón, se sentía extrañamente familiar, como si no fuese la primera ves, pero estoy segura que desde que nací no he hecho algo así,hasta hoy ni siquiera había peleado con alguien, siempre evitaba las peleas y más bien buscaba ignorar a las personas que me desagradaban, un confrontamiento en mi vida era imposible, hasta que no lo fue, esos tipos murieron, lo sabia, pero todavía no lograba entender como desaparecieron, o como ellas llegaron y desaparecieron también, porque nos probaron de esta forma? y quién diablos era ZULEMNA?, que significaba la última palabra que dijeron y ese aire de respeto con que se fueron al final?, tenia mil preguntas y ni una sola respuesta.
Por ahora solo quise levantar a Ann y a Kim, ayudarlas a subir al auto que estaba a unos pocos metros de ahi, más por la falsa seguridad de la protección de la coraza del mismo.Pero,¿de quién tenia miedo? ¿de esos tipos?, ¿de las sombras?, NO, tenia miedo de mi, de lo que era capaz de hacer, de mis amigas, de lo que ellas eran capaces de hacer también, intente quitar esos sucios pensamientos de mi cabeza y encender el auto el cual con el primer giro de la llave prendió sin problema alguno.
Llegamos al apartamento y Ann decidió tomar una ducha primero, podía oírla sollozar al otro lado de a puerta y me sentía realmente mal por ella como si yo no hubiese estado alli, pensaba en lo que ella estaba viviendo en ese momento y en como podía consolarla, mientras Kim tomo una frasada y se sentó en el sofá viendo a la nada, cuando Ann salio, yo me duche y luego Kim, las tres nos sentamos muy juntas en el sofá, sin decir una palabra hasta que Kim rompió tan interminable silencio:
Y bueno, intentemos recordar quienes somos y como aprendimos lo que aplicamos esta noche
Ann y yo la miramos pensando también en ello
Así fue nuestro primer encuentro con las sombras....
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario